Conozco a parejas que solo están juntas para hacerse daño. Es triste pero eso es así. Unas veces, solo es un miembro el que sufre, otras veces son ambos. Pero en esto, no existe justicia. Algunos psicólogos incluso lo denominan como círculo del dolor. Comienza un día, sigue al siguiente y ya no se para. Salir de ahí es muy complicado. No es cuestión de marcador, de que uno gane, que se empate, que otro pierda. Todos pierden porque el dolor no debe existir en una relación de pareja. Y si existe, pierden porque ya no existe el amor. El ciclo comienza con una tensa calma.
Después empiezan las discusiones menores, críticas, descalificaciones.
Por un detalle sin importancia, uno de los miembros de la pareja, inicia un escándalo agresivo contra el otro. Arremete contra su persona, su autoestima, su valor personal y desaprueba con gran furia todo lo que hace. En una siguiente etapa aparece el arrepentimiento, el perdón, las promesas.
De nuevo llega la tensa calma y así sucesivamente.
El amor no es dolor. Hasta ahora, nos hemos acostumbrados a expresiones como “los amores más queridos son los más reñidos”, “te duele porque realmente hay amor”…sin duda, forman parte de esa cultura que asemeja el amor al sufrimiento. Pero hay que tomar la decisión de que no hay que sufrir por amor. Es una decisión que cuesta tomar porque tal vez nos hemos acostumbrados demasiado a los celos, a las malas contestaciones, a los malos gestos, a los desprecios. Por muchos que nos duela debemos de decir adiós a una relación cuando nos hace daño. La ruptura nos provocará un dolor inmediato en muchos casos profundo pero será mejor que arrastrar el día a día sufrimiento. El amor es generosidad.
Después empiezan las discusiones menores, críticas, descalificaciones.
Por un detalle sin importancia, uno de los miembros de la pareja, inicia un escándalo agresivo contra el otro. Arremete contra su persona, su autoestima, su valor personal y desaprueba con gran furia todo lo que hace. En una siguiente etapa aparece el arrepentimiento, el perdón, las promesas.
De nuevo llega la tensa calma y así sucesivamente.
El amor no es dolor. Hasta ahora, nos hemos acostumbrados a expresiones como “los amores más queridos son los más reñidos”, “te duele porque realmente hay amor”…sin duda, forman parte de esa cultura que asemeja el amor al sufrimiento. Pero hay que tomar la decisión de que no hay que sufrir por amor. Es una decisión que cuesta tomar porque tal vez nos hemos acostumbrados demasiado a los celos, a las malas contestaciones, a los malos gestos, a los desprecios. Por muchos que nos duela debemos de decir adiós a una relación cuando nos hace daño. La ruptura nos provocará un dolor inmediato en muchos casos profundo pero será mejor que arrastrar el día a día sufrimiento. El amor es generosidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario